lunes, 27 de julio de 2009

4. CONTROL (Primer punto de Control)

¿Órdenes?
.
No hay un nuevo protocolo. Sólo sigue la sangre. Pero ya estás escupiendo rojo, maldita sea. El tópico fue asaltado, y ahora todos están muertos y derramados por el piso. ¡Tienes que cuidar tu salud! Entonces se trata de algo así como de seguirte a ti mismo, o “todos síganme”, o mejor sigue esto: sigue la sangre. Dicen que los antiguos escupían para hacer algo así como un obstáculo contra los malos espíritus o demonios. Y yo escupí mi maldita sangre, pero vino un perro y la lamió y luego me movió la cola (esto último fue una hermosa mentira).
.
La sangre manaba cada mañana con kantiana puntualidad en los baños más cochinos de los mercados del centro de Lima, o en las playas de estacionamiento, o en los baños de los grasientos chifas. Todo previo a la música. A veces olvidaba la música. Así que ellos la elegían por mí. Juro que elegían cosas terribles cuando me demoraba en salir, a manera de un apuro, pero hubo una vez en que escuché la voz hermosa de un señor cantor, un italiano, seguramente de inicios del siglo XX, y por más que pregunté, todos me desorientaban, y nadie me llevaba cara a cara con el HOMBRE de la música para preguntarle QUIEN es aquel que canta, de QUIÉN es aquella voz. Finalmente fui censurado de ese mercado porque me tomaba mucho tiempo en salir cuando entraba para destruir.

1 comentario: