jueves, 25 de marzo de 2010

79. • Fantasma en San Marcos

“Busca una cura para el corazón inmediatamente agobiado: puntos nodales y líneas de acción. La inteligencia no es meramente contemplativa.. hay una cierta.. intensidad en sus operaciones, donde la experiencia es llevada ella misma a una finalidad.”

El fantasma se ausenta un momento, en la oscuridad. Busca concilio. En los jardines contiguos estaban Chars, Aliza, Sin Amor, Lautaro, QTM, y Ceviche. Sin Amor hablaba de la intervención de Benedicto XVI en el Cerebro de Marcus. Todos reían. Y cuando llego soy la seriedad aislante. Por un momento intuyo sus miedos e incomodidades. Busque plantas ligeras, con luz, y me inyecte en soledad.

“Las habilidades, capacidades, y orientaciones cada una de la Inteligencia llevan a acciones. La cuestión es: ¿dónde se concentra el ataque?”

Zenon de Paz cavila pensativo: siempre parece que falta algo importante qué decir.

‘La inteligencia se encamina a la contemplación por defecto, profesor, la conciencia juega con las posibilidades de su propia experiencia (y reflexión) bajo condiciones.’

Llegó Norma y tocó la ventana de la puerta, y me avisaron de ella. Demoré un poco en salir.
-¿Qué te pasó en los ojos? ¿Por qué está caliente tu cabeza?
(¡Qué vergüenza!) Estábamos igual y a ella no le gustaba ver así mis ojos, ni oir así mi voz. Ahora leo todo. Ahora silencio.

Zenón: ‘El valor del conocimiento va más allá de la contemplación.. el conocimiento es una función operativa sobre el mundo. Hablando de un conocimiento válido con consecuencias prácticas.

Entonces nos habló de Dewey, que llamó la atención sobre las ‘condiciones de generación de valores’, y la antesala epistemológica de la dimensión valorativa de la ciencia.

Ese día nos asignó a leer a Hilary Putnam hablando sobre William James, el pragmatista inhalador de gases, mientras yo estaba pensando en William Burroughs, Hiroshima, la muñeca malograda, y Norma, que me esperaba afuera del aula.

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