jueves, 19 de noviembre de 2009

34. NO.

Te llama cuando menos lo necesitas. Tu criterio estoico, este punto de vista piensa en resguardar la salud, pero ésta o no existe o pasa volando. Agentes terciarios nos calumnian cuando pretendemos la ciega colectividad. Implicaba el desnudo de todos los cuerpos abrazándose juntos. Aquí sólo protestan montando en sus bicicletas hasta la muerte, en un shock de luz para la fotografía miraflorina.
.
Lluvia de fuego sobre la tapa abierta del neocortex. Dolor intenso para provocar mi remordimiento. Mascarme los labios cual si fuesen duraznos, manzanas, o alguna fruta afín. Dolor intenso para provocarte en los infiernos de la mente (da risa). Luego, ya no. Escribir incoherente renuncia. Renuncia en hacerlo. Inyección.
.
Sin embargo, no. Hay un “no”, es un procedimiento vital. Como una espada y escudo, un “no” por un segundo, todo lo que tenemos aquí con nosotros.
.
¡NO!
.
Maldita sea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario