miércoles, 27 de enero de 2010

65. Capítulo 12.

Sigue la sangre. Te alejaste de todos los amigos y huiste al exilio. Besabas piedras y las ungías con tu sangre. Muy lejos de mí, los doctores operaban, removiendo esas placas de titanio. ¡Consérvalas, mi amor! ¡Es un metal precioso! La sangre densa chorrea gruesos borbotones. Los cirujanos prefieren a Stravinsky. Las paredes celestes impecables y los padres ansiosos por detrás. Celebrarían tomando caldo de gallina y olvidando al pretendiente, ausente esta vez, escribiente aislado.
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El amor es una planta enredadera que se atreve a hurgar en los abismos más profundos e impredecibles. Déjalos tocar magma y volverse infernales. Sólo hay un racimo asociado a la mar de fuego que sobrevuela el ángel bendito. Todas las fieras lo acechan, y él bate alas gloriosas. Especie de Icaros.
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¿Por qué todas las deidades de piedra son reproducidas y magnificadas? Todo Chicago lleno de rascacielos. ¿Les faltó inventiva? Me recuerdan a las islas de Pascua, llena de cabezas por aquí y allá. Y si hubieran tenido piedras más grandes, no duden que las habrían usado.
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¿Qué sangre es ésta que nos lleva? ¿La sangre derramada de América? ¿De Africa? ¿De Europa, acaso, o ya del globo entero? Ríos de sangre, que tiñen el mar de rojo. Oh, la “Biblia”. YHVH el dios misterioso. Tal vez Satán. ¿Hará alguna diferencia? Ambos muy ocultos en sus designios. ¿Para qué querrían preparar la humanidad? Los problemas básicos – los mismos, salvo por las últimas líneas de tecnología : la reanimación.. la nanotecnología y la fusión de astrología con astronomía.. la certera cuadratura matemática del universo.. la concepción del dios-programa y el virus patente del lenguaje, la única herramienta que puede atentar la decripción (ojo, decripción, y no descripción) del fenómeno universal.
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Abrir una llaga más en la herida. Así de necios seguimos intentando con nuestros millares de escritos. ¿Qué huella seguir? ¿A quién leer? ¿Cuál es el camino? Por favor, no avisoren a un completo desorientado en quien escribe estas palabras, no espero lectores tan ingenuos y poco sesudos. Realmente hace faltar un mejor nexo, una fusión de conciencias. Un proyecto matriz de conciencias.
Quizá baste con el soporte tecnológico y que conecte cerebros en una misma unidad central de procesamiento. Hay mucho que aprender aquí de los siameses, de los bicéfalos sobre todo.
O podría estar ya todo respondido en la innata capacidad de telepatía entre los seres que tienen un amor puro. El amor es grande como para eso.
O todo podría caer en una terrible orgía medieval, como la de aquellas épocas de la fiebre de San Vito, a causa de ese hongo con ergotinina y ergotamina. Era más o menos el plan de Timothy Leary. Pero no lo dejaron fluir los americanos por contradictorios.
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¿Entonces, ahora quién se hace cargo de nosotros, sino nosotros mismos? Y nuestras conciencias, ¿acaso están puras como la mar de olvido, o beben cualquier cosa del río que habla? Este enigma sobre el que muy pocos inciden – el de saber si la conciencia es una y la misma en todos, o acaso se trate de unidades separadas nos tiene a todos alterados y locos por el chisme y la habladuría. Y pone a todos los científicos y filósofos a hablar de teorías de la verdad como si se tratase ella – la verdad de un producto en serie, salido de las modernas industrias del mundo que “progresa” cuando lo mínimo que tenemos es el adverso entendi-miento.

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