lunes, 5 de abril de 2010

88. Prepárate para los tubos.

Lince, ciudad de Lima. Otoño fresco. Una ciudad sin gentes. Esa fue su condición para entrar en el sueño. Tenía una caperuza marrón que la disimulaba entre los árboles y las hojas amarillas. Además cargaba una canasta, y se paseaba casi danzando entre los árboles, sola.

CONTROL. Despierto en mi cama, no tengo sueño. Me levanto y me encamino hacia las persianas, y miro por entre ellas. Ahí está, la veo. Dejo el cuarto y bajo del edificio corriendo para encontrarla. Me era desconocido entonces el motivo por el cual no había gente en la ciudad, ni animales. Solo ella y yo. Me acerqué más.
-Ola
-Hola. No nos vemos hace muchos sueños.
-No nos vemos hace muchas vidas.
-Hay algo de vida aquí, también-Diciendo esto me acercó su canasto. Estaba hecho de mimbres, y tenía algunos hongos verde-grisáceos en él. Y empezamos a pasearnos buscando más. Y hablábamos poco, pero todo era dulce en su voz. ¿En qué momento se fue? Su caperuza llevaba estampada una insignia: su insignia. Al igual que la guardiana turquesa, también cargaba un símbolo. En ella era un estandarte colgando de la lanza.
-Se te va a presentar alguien en el futuro, y debes tener mucho cuidado.
-Y porqué me dices esto, si estoy aquí contigo? Todo va a estar bien.
-Lo digo porque soy tu amiga.. y te amo, pero no estaré entonces.
-Te volveré a ver?
Prepárate para los tubos.

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