viernes, 9 de abril de 2010

91. • Tubos AM

San Marcos temprano bien tempranito en invierno. Después de ser expulsado de las combis, reventando en CO2 y con toda la gente vestida para condiciones de nieve.. pero aún ni garúa.

Venden maca en carretillas, la envidia del Jefe Imbecil. Y CD’s, y fotostáticas como pan caliente. Los cachimbos llegan emocionados y sin cabello los menos.

Varios hacen la cola para el desayuno. Otros simplemente lo obviamos todo y pasamos a tubos. Los jardines están llenos de rocío. Algunos verdecitos merodean, con carretillas y mangueras, con sus botas de hule y sus miradas desaprobatorias. A esas horas los tubos suelen estar vacíos. Pero esta vez me encontré con Daniel Pastel.
-Buscando pavas, compadre, los frutos de la pachamama. Uno nunca sabe lo que le espera.
Y que cierto era. Porque yo mismo no sabia lo que me esperaba. Si las clases de griego, mejor era ir apolíneo, si acaso las otras, yo espero, prefiero tostarme esperando al sol.

7. Explique la apuesta de Pascal por Dios
‘La conciencia humana es tal que permite pensar en la posibilidad de dios. Incluso de un dios de amor, como el cristiano, cuya providencia nos lleva a la felicidad. Para Pascal no hay un neutro, sino que todo es elección: uno es dueño de su vida aunque no quiera, por esto hace la analogía con una apuesta. Porque creer en dios promete el cielo, la inmortalidad. Es apostar desde nuestra finitud por lo infinito: no hay nada que perder en esto para la razón, puesto que siempre se elige, es necesario, y no se pierde lo que no se tiene y jamás existe. La apuesta requiere fe, y no demostraciones – Pascal considera que no se puede demostrar la existencia de dios.. pero tampoco se puede refutar. Entonces lo mejor y más prudente es apostar por dios, sentir su presencia, no razonarlo como fundamento o principio, sino sentirlo. De aquí la dualidad entre corazón – razón, cuya relación es necesaria retroalimentaria, complementaria.’

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