sábado, 15 de agosto de 2009

22. Sigue la sangre.

Una lista paraconsistente de avisos implacablemente violentos que escudriñan cada rincón de tu alma. No puedes contigo mismo porque caes y escribes y vives en papel, de lo más conchudamente. Síguela, es lo más coherente, es lo más inteligente que puedes hacer por tu vida. Y seguí a la polémica sangre. ¿A dónde me llevaba, fuera de mi mismo?
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### Un canal de porquerías –
Kakofonía telefónica. Impide crecer tu cuerpo y alma. Cumbia a todas horas. Perreo. Reggaetón. Regañadientes. Dientes de ganya. Bien forrados en platina, del rasta de las galerías de la brasil. ¿Qué aburrido? ¡Sí! Y me quisieron MATAR el otro día ahí. Un tipo dijo “ya te cagaste, estos son tus últimos pasos” o algo así. Pero lo apacigüé. O se hartó de mí. No lo sé, que al final desapareció, y encontré al Zorrito regresado de Argentina, con esa ganya rastafari.

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